La opera
De los orígenes de la polifonía, a los orígenes de la ópera. - El Rincón del melómano.
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Introducción
Ópera, drama en el cual se canta todo o parte del dialogo y que contiene oberturas, interludios y acompañamientos instrumentales. Existen varios géneros teatrales estrechamente relacionados con la ópera, como el musical y la opereta.
Los orígenes
La ópera nace en Italia a finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Entre sus precedentes están los numerosos madrigales italianos de la época, a cuyas escenas con diálogos, pero sin acción teatral teatral, se pondría música. Otros antecedentes son los melodramas, ballets de cour, intermedios y otros espectáculos galantes y de salón propios del renacimiento. La ópera se desarrolló gracias a un grupo de músicos y estudiosos que se denominaban a sí mismos camerata (en italiano, salón o cámara pequeña). La camerata tenía dos objetivos : revivir el estilo musical del drama de la antigua Grecia y desarrollar una vía distinta al estilo sobrecargado del contrapunto propio de la música renacentista tardía. En especial, deseaban que los compositores estuvieran muy atentos a los textos en los que basaban sus obras, adaptándolos de una manera simple para que la música pudiese reflejar en cada frase el significado del texto. Estas intenciones probablemente no hayan sido características de la antigua música griega, pero la camerata no disponía de una información detallada y suficiente sobre ese periodo musical (ni se dispone de ella hoy día).La camerata desarrolló un estilo llamado monodia (en griego, canción solista). Tenía líneas melódicas simples con contornos y proporciones que seguían las inflexiones del habla y los ritmos del texto. La melodía era acompañada por el bajo continuo —es decir, una serie de acordes tocados, por ejemplo, en el clavicémbalo— y la apoyaba un instrumento melódico bajo. Dos de los miembros de la camerata, Giulio Caccini y Jacopo Peri, llegaron a la conclusión de que la monodia se podía usar para los monólogos y diálogos de un drama escenificado. En 1597 Peri tuvo esta intuición cuando escribió su primera ópera, Dafne. En 1600 se representó en Florencia una ópera llamada Euridice, que incorporaba música de Peri y de Caccini.
Monteverdi
Claudio Monteverdi
El primer gran compositor que se dedicó a la ópera fue el italiano Claudio Monteverdi. Sus óperas no sólo utilizan el estilo monódico que hace énfasis en la palabra, sino también canciones, dúos, coros y secciones instrumentales. Las piezas no monódicas tienen una forma coherente basada sólo en las relaciones musicales. Monteverdi, por ejemplo, demostró que se podían utilizar para la ópera una amplia variedad de procedimientos y estilos musicales con el fin de realzar el drama. La ópera se difundió rápidamente por toda Italia. El principal centro italiano durante la mitad y finales del siglo XVII fue Venecia. El siguiente en importancia era Roma, donde por primera vez se hacía una clara diferenciación entre los estilos cantantes del aria (usados para reflejar las emociones) y el recitativo (que proviene de la monodia y se utiliza para presentar información y diálogos). La monodia murió como género, aunque sus principios sigan siendo influyentes. Los principales compositores de Roma fueron Stefano Landi y Luigi Rossi. El público veneciano prefería las exuberantes puestas en escena y los efectos visuales espectaculares como eran las tormentas o los dioses que descendían del cielo. Los compositores más importantes en Venecia fueron Monteverdi, Pier Francesco Cavalli y Marc'Antonio Cesti.
Una de las principales novedades de esta nueva forma de expresión artística fue su laicidad, en una época en que la producción artística y musical era mayoritariamente de signo religioso. Otra fue la aparición de la monodia, el canto a una sola voz, frente a la polifonía medieval y renacentista; era una línea vocal acompañada de un bajo continuo de clavicordio o laúd. Así, las primeras óperas tenían partes cantadas por solistas y partes habladas o declamadas en monodia, lo que se conoce como stile rappresentativo.12 Estas primeras experiencias tuvieron un gran éxito, especialmente entre la nobleza: los Medici se convirtieron en patrocinadores de estos espectáculos y, desde Florencia, fueron extendiéndose por el resto de Italia. Los Gonzaga de Mantua encargaron entonces al famoso compositor de madrigales Claudio Monteverdi una ópera: en 1607 compuso La favola dÓrfeo, con libreto de Alessandro Stringgio, una obra ambiciosa compuesta para orquesta de cuarenta y tres instrumentos —incluyendo dos órganos, con prólogo y cinco actos. En esta obra se imprimieron por primera vez los libretos para que el público pudiese seguir la representación. Monteverdi añadió una introducción musical que denominó “sinfonía”, y dividió las partes cantadas en arias, dando estructura a la ópera moderna. Estas arias se alternaban con el recitativo, una línea musical que incluía partes habladas y cantadas También introdujo el rotornello, una estrofa instrumental repetida entre los cinco actos. En cuanto a las voces, aunque dejó algunas partes en polifonía, diferenció las principales voces solistas: Orfeo era tenor, Eurídice soprano y Caronte bajo.
Catrati
La ópera barroca destacó por la escenografía complicada, ornamentada, recargada, con cambios repentinos y con complicados efectos lumínicos y sensoriales. Se empleaban numerosos decorados, hasta quince o veinte cambios de escenario por representación.40 Comenzó el gusto por las voces solistas, principalmente las agudas (tenor, soprano), que conllevó de forma paralela el fenómeno de los castratiti . Estos últimos eran niños que destacaban en el canto y que eran castrados antes de entrar en la pubertad para que su voz no cambiase; así, de adultos mantenían una voz aguda, cercana a la femenina, pero más potente, flexible y penetrante. También se introdujo el canto en vibrato, consistente en fluctuaciones de timbre, tono e intensidad, lo que proporcionaba mayor emotividad a la interpretación.42
En la primera mitad del siglo XVII se fueron fijando las normas de los libretos operísticos, que sufrirían pocas variaciones hasta casi el siglo XX: diálogos simples y lenguaje convencional, estrofas de formas rigurosas, distinción entre «recitativo» —partes declamadas que hacen desarrollar la acción— y «número» (o «pieza cerrada») —partes ornamentales en forma de aria, dúo, coro u otros formatos—. Pese a todo, durante esta centuria se prestaba poca atención en general a los textos, mientras que tenían mayor protagonismo el virtuosismo musical y vocal, la escenografía y los efectos visuales.
¿Quiénes eran los famosos Castrati? | Liberiux
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ÓPERA: Los secretos de un contratenor | Pa' divo yo
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Ópera veneciana
Monteverdi
Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 1 de 21
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Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 2 de 21.
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En las décadas centrales del siglo XVII el mayor centro productor de ópera fue Venecia, el primer lugar donde la música se desligó de la protección religiosa o aristocrática para ser representada en lugares públicos: en 1637 se fundó el Teatro San Cassiano (demolido en 1812), primer centro operístico del mundo, ubicado en un palacio que pertenecía a la familia Tron. La primera ópera representada fue L'Andromeda, de Francisco Mannelli. El teatro fue fundado por Domenico Mazzocchi, que tras perder el favor papal se trasladó de Roma a la ciudad véneta. Al convertirse en un negocio, la ópera empezó a depender cada vez más de los gustos del público, ya que con su asistencia a los espectáculos podía favorecer una determinada línea compositiva o relegarla al olvido. Una de las primeras consecuencias fue que el público mostró cada vez más su gusto por las voces agudas, las de tenores, sopranos y castrati, mientras que decayó el uso de los coros y las orquestas grandes, ya que se prefería un acompañamiento de pocos instrumentos, entre diez y quince, generalmente. Al popularizarse el género, se fueron introduciendo más elementos cómicos y los textos se fueron simplificando, hasta llegar al punto en que, sobre todo en las arias, importaba más la interpretación que no las palabras que se expresaban. Tras el San Cassiano, floreció la apertura de nuevos teatros en Venecia: San Giovanni e Paolo (1639), San Moisé (1640), Novissimo (1641), San Samuele (1655) y Santi Apostoli (1649) Fue en estos teatros donde comenzó la disposición en forma de plaza rodeada de palcos, típica de los teatros de ópera.49
Bel Canto
En Venecia surgió el concepto de bel canto, que se popularizó sobre todo en la primera mitad del siglo XVIII y de nuevo en la primera mitad del siglo XIX en Italia. Se trata de una técnica vocal de difícil ejecución consistente en mantener un tono uniforme pasando de una frase musical a otra sin pausas, en un legato sostenido sostenido que requiere un timbre potente y una articulación armónica. Los principales intérpretes del bel canto eran los castrati y las soprano prima donna. Por otro lado, en esta época surgió el arioso , un canto intermedio entre el recitativo y el aria, que con el tiempo se fue convirtiendo en números cerrados con tendencia a la ornamentación. Asimismo, desde los años 1630-1640 fue cobrando relevancia el ensamble, la conjunción de voces en distinto número: dúo, trío, cuarteto, quinteto, sexteto, septeto y octeto.52
En la ópera veneciana tuvo una especial influencia el teatro español del llamado Siglo de Oro —especialmente Lope de Vega—, perceptible en la confluencia argumental entre fantasía y realidad —camino iniciado con el Don Quijote de Cervantes—, el abandono de las unidades aristotélicas, la convivencia de personajes cómicos y trágicos, las relaciones entre señores y siervos, el gusto por el enredo y por los disfraces y los personajes travestidos. En el ambiente operístico veneciano estos rasgos se denominaban all'usanza spagnuola.51
Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 3 de 21
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El estilo napolitano
Alessandro Scarlatti desarrolló a finales del siglo XVII un nuevo tipo de ópera en Nápoles. El público de esta ciudad prefería la canción solista, y los compositores comenzaron a diferenciar aún más los distintos tipos de canciones. Desarrollaron dos formas de recitativo: el recitativo secco, acompañado sólo por el bajo continuo y el recitativo accompagnato, para las situaciones de tensión con acompañamiento orquestal. También inventaron el arioso, un estilo que combinaba unos contornos melódicos similares a los del aria con los ritmos conversacionales del recitativo. A comienzos del siglo XVIII, el estilo napolitano, con su preferencia por la música melodiosa y entretenida, logró establecerse en la mayor parte de Europa. El único país donde no se produjo ese cmbio fue Francia. Allí, el compositor nacido italiano, Jean Baptiste Lully fundó una escuela francesa de ópera. El mecenas de Lully era Luis XIV, rey de Francia. De ese modo, la pompa y el esplendor de la corte francesa hallaron su eco en los coros masivos y lentos y en los episodios instrumentales de las óperas de Lully. En las obras francesas de este compositor el ballet era más importante que en las óperas italianas. Sus textos, o libretos, se basaban en tragedias clásicas francesas, mientras que sus líneas melódicas seguían las inflexiones y los ritmos distintivos del lenguaje francés. Otra de las contribuciones de Lully fue el establecimiento del primer tipo estandarizado de obertura, llamada obertura francesa.
Difusión
A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII el estilo alemán de ópera se consideraba inferior respecto a la ópera italiana. El centro operístico más importante de Alemania era Hamburgo, donde se inauguró un teatro de ópera en 1678. Reinhard Keiser compuso más de 100 obras allí. Después de la muerte de Keiser, los compositores y cantantes italianos dominaron todos los teatros de ópera de Alemania. La ópera italiana también era muy popular en Inglaerra. A pesar de ello, se solían interpretar con frecuencia dos óperas escritas por compositores ingleses, Venus y Adonis (c. 1682) de John Blow , y Dido y Eneas (1689) de Henry Purcell . Estas obras eran el germen del espectáculo galante inglés para la escena, la mascarada. Incorporaba elementos franceses e italianos, como las partes instrumentales de Lully y los recitativos y arias de los italianos. El compositor alemán
Georg Friedrich Händel obtuvo sus mayores éxitos en Inglaterra. Allí escribió 40 óperas en el estilo italiano durante las décadas de 1720 y 1730, después de lo cual abandonó este género y se dedicó a la composición de oratorios. En el siglo XVIII la ópera se alejó de los ideales de la camerata y adoptó una gran cantidad de artificios. Por ejemplo, muchos niños italianos fueron castrados para que sus voces no cambiaran y conservaran un registro agudo. La combinación de la voz de un niño con el desarrollo corporal de un adulto proporcionó un timbre muy agudo y una técnica ágil que se hizo muy popular. Los cantantes de este tipo, que actuaban en papeles femeninos, se llamaban castrati. A ellos y también a los otros cantantes, se los valoraba más por la belleza de sus voces y su canto virtuoso que por sus dotes escénicas. Las óperas acabaron convirtiéndose en poco más que una serie de arias espectaculares. Éstas seguían un esquema formal simple, A-B-A, llamado forma da capo (en italiano, desde el principio). Contenían variaciones que eran improvisadas por el cantante a partir de la sección A.
Opera buffa
Pronto Venecia que había permanecido con el estilo sobrio de Monteverdi, cedió a la escuela napolitana que se impuso a la cabeza de este género. “L’ópera buffa” napolitana es un modelo que perduró hasta Mozart, Rossini y Donizetti, donde se incluía intermezzi cómicos para dar variedad y diversión al público.
Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 4 de 21.
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Periodos preclásico y clasicismo
Varios compositores intentaron, a mediados del siglo XVIII, cambiar las prácticas operísticas. Introdujeron formas distintas del da capo en las arias y fomentaron la música coral e instrumental. El compositor más importante de esta época fue el alemán Christoph Willibald Gluck. Uno de los factores que contribuyeron a la reforma de las prácticas operísticas durante el siglo XVIII fue el crecimiento de la ópera cómica, que recibía varios nombres. En Inglaterra se llamaba ballad opera, en Francia opéra comique, en Alemania Singspiel y en Italia opera buffa. Todas estas variaciones tenían un estilo más ligero que la opera seria italiana. Algunos diálogos se recitaban en lugar de cantarse y los argumentos solían tratar de gentes y lugares comunes, en lugar de personajes mitológicos. Estas características pueden verse claramente en la obra del primer maestro italiano de la ópera cómica, Giovanni Battista Pergolesi. Dado que las óperas cómicas ponían más énfasis en la naturalidad que en el talento escénico, ofrecieron la oportunidad a los compositores de óperas serias de dar más realismo a sus composiciones.
Mozart
El músico que transformó la opera buffa italiana en un arte serio fue Wolfgang Amadeus Mozart, quien escribió su primera ópera, La finta semplice (1768), a los 12 años. Sus tres obras maestras en lengua italiana, Las bodas de Fígaro (1786), Don Giovanni (1787) y Così fan tutte (1790), muestran la genialidad de su caracterización musical. En Don Giovanni creó uno de los primeros grandes papeles románticos. Los singspiels de Mozart en alemán van desde el cómico El rapto del serrallo (1782), a la simbología ética de inspiración masónica de La flauta mágica (1791).
Rossini
Giacommo Rossini
G. Rossini. Documental TVE 200 aniversario (1992)
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Cuando la gente empieza a cansarse de los temas dramáticos de la guerra, luego de que Napoleón había dejado a Europa, se inicia una búsqueda y necesidad por relajarse, con música más animada. Fue un excelente momento para la aparición del gran compositor Giacomo Rossini (1792-1868), que inicia su carrera haciendo óperas cómicas, descendientes de la ópera buffa napolitana, con una línea vocal emotiva, con conjuntos y finales al estilo de Mozart, con pautas rítmicas de ostinatos y crescendos, con pasajes virtuosísticos en los instrumentos de madera. Escribía por encargo ópera tras ópera a gran velocidad, con muchas situaciones cómicas. Ejemplo es la Italiana en Algeri (1813) e Il Turco in Italia (1814). Con su versión De Il Barbiere de Siviglia (1816), tuvo algunos problemas con ciertos italianos al seguir los pasos de Paisiello, pero las pegadizas arias y conjuntos enmascararon el comienzo de la comedia Beaumarchais. La Cenerentola ossia la bontà in trionfo (1817), es una versión del cuento de la Cenicienta con gran encanto.
Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 5 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 6 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 7 (1de 2) de 21
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 7 (2 de 2) de 21.
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Otello es la primera ópera seria en 1816 en ocasiones representada con final feliz. Eran normales los papeles de mezzo soprano con coloratura, ya que Rossini los escribía para que fueran interpretados por su esposa la cantante española Isabella Colbran, un ejemplo es Elisabetta,regina d’Inghilterra(1815). Mosè de Egitto (1818), fue la precursora de Nabucco de Verdi, con Moisés al frente del pueblo israelita cruzando el Mar Rojo. Una ópera turca convencional fue Maometto Secondo (1820).
París dio un cambio cuando transformo la tragédie lirique en grand ópera con compositores como François Esprit Auber (1782-1862) y Fromental Halévy (1799-1862), cuyas óperas tenían temas históricos con suntuoso decorado y escenografía. Rossini captó este estilo en óperas como Le comte Ory (1828) y su última ópera Guillermo Tell (1829). Rossini decidió dejar de componer ópera a los treinta y siete años disfrutando de su fama, ya que venía una época donde su estilo ya no sería tan aclamado.
Gaetano Donizetti y Vicenio Bellini desarrollaron hasta la perfección el bel canto (técnica vocal que enfatiza la belleza del sonido, la expresión dramática y la emoción romántica) e iniciaron al mismo tiempo la búsqueda de una mayor sinceridad dramática.
Llegado del romanticismo a Italia, Gaetano Donizetti (1797-1849), compuso la última ópera buffa italiana llamada Don Pascuale (1843), combinando la sensualidad de la ópera napolitana con elementos de estilo francés. Un ejemplo más es L’elisir d’amore (1832). Cuando adquirió más energía dramática, fue con sus óperas serias como María Stuarda (1834), con la escena final de María hacia el patíbulo que fue modelo para otras óperas, Lucia di Lammermoor (1835) adaptación de Sir Walter Scott, que necesita una soprano de coloratura con gran expresividad y brillantez.
Al llegar a Italia los temas históricos hacen su aparición y el maestro de la ópera italiana del bel canto Vicenio Bellini (1801-1835), empieza a surgir. La mujer toma un papel principal en óperas como La sonambula (1831), donde hay mujer que camina dormida por las montañas de Suiza y Norma (1831), con una heroína dramática con un final trágico, admirado por Verdi y Wagner.
El periodo del romanticismo
Francia, Alemania e Italia desarrollaron unos estilos operísticos característicos durante el siglo XIX. Estas obras reflejaban el movimiento romántico y sus ideales estéticos. París fue el lugar de nacimiento de la grand opéra, una espectacular combinación de representación escénica, acción, ballet y música, gran parte de ella escrita por compositores extranjeros que se establecieron en Francia. Entre los primeros ejemplos encontramos La vestale (1807) de Gasparo Spontini, y Lodoïska (1791) de Luigi Cherubini, ambos italianos; y Masaniello, o La muda de Portici (1822) de Daniel Auber. Este estilo culminó con las enormes obras del compositor berlinés, Giacomo Meyerbeer, como Robert le diable (1831) y Los hugonotes (1836). La ópera auténticamente francesa Los troyanos (1856-1859) de Hector Berlioz, con una puesta en escena de los relatos de la guerra de Troya y de Dino y Eneas, fue ignorada durante mucho tiempo en su propio país. De hecho, no se representó en su concepción monumental en forma integral mientras el compositor estuvo vivo. Fausto (1859), de Charles Gounod, basada en el poema del autor alemán Johann Wolfgang von Goethe, fue una de las óperas francesas más populares a mediados del siglo XIX. La primera gran ópera alemana del siglo XIX fue Fidelio (1805; revisada en 1806 y 1814) de Ludwig van Beethoven, un singspiel dramático para el cual el compositor escribió cuatro oberturas diferentes. Está basada en la historia del rescate de un cautivo, trama que se había hecho popular durante la Revolución Francesa. Carl Maria von Weber creó la ópera romántica alemana con El cazador furtivo, (1821), gracias a su famosa escena sobrenatural La garganta del lobo; y las igualmente fantásticas Euryantha (1823) y Oberón (1826).
Wagner
Richard Wagner
Grandes Compositores: Richard Wagner - Subtítulos en español
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Richard Wagner fue compositor, director de orquesta y crítico musical en la Gazette musicale. Dio a la ópera cotas de gran brillantez, con la pretensión de hacer una “obra de arte total” que aunase música, poesía, drama, filosofía, escenografía y otras artes, teoría que plasmó en su ensayo Ópera drama (1851). A Wagner no le gustaba el término ópera, prefería el de «drama musical . Abandonó el singspiel por la orquesta sinfónica, siguiendo el modelo de la ópera grandilocuente de Giacomo Meyerbeer. Renovó la orquesta operística, a la que añadió la tuba wagneriana. En su tetralogía de los Nibelungos llegó a conformar una orquesta de ciento quince instrumentos. Tal potencia orquestal presentaba serias dificultades a la voz humana para estar a la altura, por lo que sus intérpretes necesitaron un entrenamiento especial, lo que conllevó la aparición de dos nuevas figuras vocales: la soprano wagneriana y el tenor heroico o wagneriano. Crítico con la ópera italiana, que consideraba artificiosa y convencional, en sus obras suprimió el aria, así como el concepto de «números cerrados», de episodios aislados del resto, creando en cambio obras de una fluencia continua, un todo integrado que discurría de principio a fin con un único concepto musical; incluso los intermedios estaban conectados con el resto de la composición. A este sistema se le denomina «transcomposición» , y fue utilizado por numerosos compositores desde Wagner. Era tan meticuloso con sus representaciones que fue el primero en oscurecer la sala y focalizar la atención del espectador en el escenario. Igualmente, prohibió los aplausos durante la representación, que estaban permitidos solo al final. Otra de las innovaciones de Wagner fue el leitmotiv, un pasaje donde asociaba un determinado motivo musical con una idea recurrente (un personaje, un sentimiento, un objeto, una situación escénica). Desarrolló este concepto mientras componía las tres primeras partes de El anillo del nibelungo y lo aplicó desde entonces a todas sus óperas. Cabe destacar que Wagner escribía sus propios libretos, por lo que controlaba todos los aspectos de la obra.
Tras un primer intento de ópera inacabada La boda, 1832 y otra que no estrenó Las hadas], 1833), su primer estreno, La prohibición de amar, 1836, fue un fracaso. Tras viajar por Noruega, Londres y París, compuso Rienzi (1842) y El holandés errante, 1843. Esta ópera inició una serie de obras de temas germánicos ambientados generalmente en la Edad Media, con amores románticos que presentan una moraleja recurrente: la redención por amor a través de la muerte. En 1843 fue nombrado maestro de capilla en Dresde. En 1845 estrenó Tannhäuse, sobre un trovador medieval. Le siguió Lohengrin (1850), sobre la búsqueda del Santo Grial, la primera en que eliminó las arias y recitativos, con escenas melódicas continuas. Tras participar en la Revolución liberal de 1849, se vio obligado a exiliarse, por lo que se instaló en Zurich (Suiza). Su siguiente ópera, Tristan und Isolde (1865), fue una obra difícil para el público, donde introdujo disonancias armónicas que confundían al espectador, con una melodía que se pierde en el infinito.394
Su siguiente proyecto fue la tetralogía Des Ring des Nibelungen (El anillo del nibelungo), compuesta por Das Rheingold (El oro del Rin, 1851-1854), Die Walküre (La valquiria, 1851-1856), Siegfried (Sigfrido, 1851-1857 y 1864-1871) y Götterdämmerung (El ocaso de los dioses, 1848-1852 y 1869-1874), que pudo desarrollar gracias al mecenazgo de Luis II de Baviera. Basada en la epopeya medieval Cantar de los Nibelungos, el planteamiento inicial para una sola ópera se extendió a cuatro por la vastedad del argumento. Wagner se alejó del relato legendario y lo adaptó a su ideal anarquista, en el que el mito equivalía a cambio social, a la lucha universal entre las fuerzas reaccionarias y la evolución humanista. Para ello se inspiró también en las Eddas nórdicas, de las que tomó el verso aliterativo stabreim. La tetralogía le llevó veintiséis años de trabajo, y su representación le llevó serias dificultades por la enormidad de las obras: hasta 1876 no estrenó el ciclo completo en el Festspielhauss de Bayreuth, un nuevo teatro patrocinado por él para la reproducción de sus óperas. Se inauguró en 1876 y se dedica exclusivamente a la interpretación de las obras de Wagner. Con sus nuevos conceptos operísticos, tanto de composición como de puesta en escena, Wagner ejerció una enorme influencia sobre los músicos de todos los países durante muchos años.
Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 8 de 21.
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Verdi
Documental sobre Verdi (1998)
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Guiseppe Verdi nacido el 10 de octubre de 1813, en una humilde aldea llamada Roncole cerca de Busseto (Parma), utilizó al principio libretos sobre temas convencionales. Pero en pleno movimiento político conocido como el Risorgimento en Italia, Verdi compuso Nabucco (1842), cuyo argumento es el cautiverio de los israelitas en Babilonia, convirtiéndose en un faro del Risorgimento, el coro de los judíos como en su himno.
Su nombre fue aclamado y se tomó como las siglas de Vittorio Emanuele Re D’Italia, el rey elegido y largamente esperado. Verdi adaptó las partes de soprano de sus óperas para la soprano Giuseppina Strepponi, que sería luego su segunda esposa.
Los temas de Verdi eran literarios o históricos y los libretistas siempre tenían que ver como lidiar con los sensores para desarrollar el tema. El recitativo tenía acompañamiento orquestal, con escenas del bel canto, grandes coros, cambios constantes de escena y finales expansivos. Los héroes y heroínas eran de tesitura alta, los atormentados de tesitura media y los villanos eran contraltos o bajos. Verdi insistía en la perfecta dicción, para crear un realismo de la pronunciación y como buen italiano, la voz y la forma eran muy importantes. Hizo obras sombrías como Macbeth (1847-1865) y Simon Boccanegra (1857y1881), otras más próximas a la grand ópera parisiense y a Meyerbeer como I Vespri siciliani (1855), La forza del destino (1862,1869) y Don Carlos (1867 en italiano en 1884), también Aida (1871) que fue compuesta para el Cairo, pero se sitúa en Egipto casi con tema mitológico. Basado en el tema de libertad de Schiller, hizo I Masnadieri (1847), Luisa Millar (1849), Giovanna d’Arco (1854) y Don Carlos (1867).
Con el drama moderno de Victor Hugo compuso Hernán (1844) y Rigoletto (1851). Óperas históricas como Il Trovatore (1853) y Simon Boccanegra. Hizo una ópera al estilo rococó Un ballo in maschera (1859) y compuso la Traviata en 1853 basándose en La dame aux camélias de Dumas hijo.
Al morir Verdi en 1901, fue aclamado y sus obras llegan a la cúspide en el arte operístico italiano desde Rossini, con un estilo de verosimilitud con brillantez vocal.
Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 9 de 21.
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Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 10 de 21.
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Historia de la opera Italiana, BBC, capitulo 11 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 12 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 13 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 14 de 21.
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La ópera rusa desarrolló una escuela nacionalista propia, que comienza con Una vida por el zar o Ivan Susanin (1836) de Mijaíl Glinka e incluye Russalka y El convidado de piedra de Alexandr Dargomijski; El príncipe Ígor (estreno póstumo 1890) de Alexandr Borodín; El gallo de oro (1909) de Nikolái Rimski-Kórsakov; y la obra maestra del género, Borís Godunov (1874) de Modest Músorgski. Las óperas más destacadas de Piotr Ilich Chaikovski son Eugenio Onegín (1879) y La dama de picas (1890).
Bizet
George Bizet
En una segunda generación —a veces denominada como Romanticismo tardío, destacó Georges Bizet, un compositor prematuramente fallecido a los treinta y seis años, por lo que solo pudo completar seis óperas, aunque proyectó unas treinta. Fue discípulo de Halévy, quien le escribió su primer libreto, la opereta Le Docteur Miracle (1857). Residió por tres años en Italia, donde estrenó Don Procopio (1859), una ópera bufa. Su siguiente proyecto fue Los pescadores de perlas, 1863, ambientada en Ceilán, que reflejaba el gusto por el exotismo de la época. En 1865 realizó Ivan IV para el Théâtre Lyrique. En el mismo teatro estrenó dos años después La jolie fille de Perh (La bella muchacha de Perth), basada en una obra de Walter Scott. Otra apuesta por el exotismo fue Djamileh (1872), sobre una obra de Alfred de Musset, ambientada en Egipto. En 1875 estrenó su obra maestra, Carmen, basada en una novela de Prosper Mérimée, ambientada en la España folclórica de gitanos y bandoleros. Era una opéra-comique que, sin embargo, introdujo elementos realistas, acorde al naturalismo literario de la época, un fenómeno que en Italia daría el verismo. Introdujo músicas y bailes populares españoles, como una seguidilla, así como una habanera (Lámour est un oiseux rebelle), un género de procedencia cubana . Bizet murió tres meses después del estreno.290
El compositor francés más prolífico de la última parte del siglo XIX fue Jules Massenet, que compuso Manon (1884), Werther (1892), Thaïs (1894), y otras óperas igualmente sentimentales y teatrales. Otras obras características del periodo son Mignon (1866) de Ambroise Thomas, Lakmé (1883) de Léo Delibes, Sansón y Dalila (1877) de Camille Saint-Saëns, y Los cuentos de Hoffmann (estreno póstumo 1881) de Jacques Offenbach, un parisino nacido en Alemania que previamente había demostrado su maestría en el género de la ópera cómica francesa del siglo XIX llamada opéra bouffea. Con el cambio de siglo, Gustave Charpentier compuso Louise (1900), una obra realista basada en la clase obrera parisina, mientras que Claude Debussy, adaptando las técnicas del impresionismo, producía en Peleas y Melisande (1902) una música vocal que reflejaba los matices y las inflexiones del idioma francés. El realismo en la ópera italiana se dio a conocer con el nombre de verismo, (del italiano, verdad). Los dos primeros ejemplos son Cavalleria rusticana (1890) de Pietro Mascagni y Pagliacci (1892) de Ruggero Leoncavallo, unos melodramas breves pero intensos sobre la pasión y la muerte en las soleadas aldeas del sur de Italia.
Puccini
Giacomo Puccini
Puccini - "Grandes Compositores"
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El compositor más destacado de esta corriente fue Giacomo Puccini. Alumno de Ponchielli, tenía un gran instinto para las melodías sugerentes y los argumentos apasionados, así como para aunar en perfecta armonía la música y el drama, siempre con la voz como eje central de su composición. Admirador de Wagner, utilizó el leitmotiv en varias de sus obras. Tuvo un primer éxito con Le Villi (Las Willis, 1884), pero por diversos motivos se retrasó su siguiente trabajo operístico, Edgar (1889), que no fue bien acogida. Sí obtuvo un gran éxito con Manon Lescaut (1893), que le proporcionó famaedremo y fortuna. En colaboración con los libretistas Giuseppe Giacosa y Luigi Illica creó sus tres óperas más relevantes: La Boheme (1896), Tosca (1900) y Madame Butterfly (1904). La primera, sobre la vida bohemia parisina, mezclaba tragedia, pasión y humor, junto con una música seductora que gustó en gran medida al público. Tosca presentó un argumento igualmente trágico potenciado por disonancias musicales y retorcidas armonías, con uno de los papeles femeninos más complejos esbozados hasta entonces. Su aria E lucevan le stelle es una de las más famosas de la ópera, también conocida como el «adiós a la vida». Madama Butterfly está ambientada en Japón, en consonancia con el gusto exótico de la época. Aunque en su estreno no fue bien acogida, con el tiempo se ha valorado su colorido tonal y lenguaje armónico. Incluye la famosa aria Un bel dí, vedremo .
En 1910 estrenó en Nueva York La fanciulla del West (La chica del oeste). Tras La rondine (La golondrina, 1917), su siguiente proyecto fue Il trittico (El tríptico), un conjunto de tres óperas para ser representadas en una única sesión: Il tabarro (El tabardo), Suor Angelica y Giani Schicchi (1918). Su última ópera fue Turandot, en la que trabajó entre 1920 y el año de su fallecimiento (1924), y que fue finalizada por Franco Alfano y estrenada en 1926. En esta obra sintetizó su estilo musical: conjunción de drama y música, personajes reales de gran fuerza emotiva y música de gran intensidad sinfónica. Incluye la famosa aria Nessum dorma.
Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 15 de 21.
https://www.youtube.com/watch?v=F3fLc84Pq7Y
Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 16 de 21.
https://www.youtube.com/watch?v=X-GYI-k_TTY
Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 17 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 18 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 19 de 21.
https://www.youtube.com/watch?v=HOCrdjkK16o
Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 20 de 21.
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Historia de la opera italiana, BBC, capitulo 21 de 21.
https://www.youtube.com/watch?v=Z5rHTSWvAjA
En Alemania la influencia de Wagner siguió dominando en casi todas las óperas siguientes, incluida Hansel y Gretel (1893) de Engelbert Humperdinck, basada en el cuento infantil del mismo nombre. La figura dominante entonces era Richard Strauss, que utilizó una orquesta de dimensiones wagnerianas y una técnica vocal parecida en Salomé (1905) y Elektra (1909), ambas obras breves pero intensas con un trasfondo mórbido. El caballero de la rosa (1911) de Strauss, es una comedia y se ha convertido en su obra más popular. A esa ópera le siguieron Ariadna de Naxos (1912), La mujer sin sombra (1919) y Arabella (1933). Otros países de Europa Central produjeron óperas nacionalistas que entraron en el repertorio internacional. De Bohemia provienen la comedia campesina La novia vendida (1866) de Bedrich Smetana, Rusalka (1901) de Antonín Dvorák, y Jenufa (1904) y El caso Makropoulos (1926) de Leoš Janácek. Hungría produjo Háry János (1926) de Zoltán Kodály y El castillo de Barbazul (1918) de Béla Bartók. Arnold Schönberg y su alumno Alban Berg, sentaron las bases de la atonalidad y el sistema dodecafónico. La ópera inconclusa de Schönberg, Moses und Aron (estreno póstumo, 1957), y Wozzeck (1925) y la inconclusa Lulú (estreno póstumo, 1937, con versión completa producida en 1979) de Berg, utilizaban el Sprechstimme o el Sprechgesang (canto hablado o voz de canto), una especie de declamación a medio camino entre el habla y el canto. Wozzeck, el terrible retrato de la degradación de un soldado raso, pronto fue reconocida como una obra maestra moderna. La ópera se basa en una pieza teatral homónima de Georg Büchner (1836).
Tendencias modernas
A medida que avanzaba el siglo XX, los estilos operísticos reflejaban tanto los persistentes enfoques nacionalistas como un creciente internacionalismo representado por el atonalismo y las técnicas seriales. El ruso Serguéi Prokófiev escribió la ópera bufa El amor de las tres naranjas durante un viaje a través del Oeste de Estados Unidos. Se estrenó en Chicago en 1921. Antes de morir, compuso su gran ópera Guerra y paz basada en la novela de Tolstoi (1946, revisada en 1955).
Shostakpvich
Dimitri Shostakovich
Shostakóvich se hizo famoso en los años iniciales de la Unión Sovietica, con obras como su Primera Sinfonía o la ópera La nariz , que combinaban con gran originalidad la tradición rusa y las corrientes modernas procedentes de occidente. Posteriormente, su música fue unas veces denunciada como decadente y reaccionaria y otras alabada como representativa del nuevo arte socialista por el Partido Comunista de la Unión Soviétic. En público, siempre se mostró leal con el sistema soviético, ocupó responsabilidades importantes en las instituciones artísticas, aceptó pertenecer al PCUS en 1960 y llegó a ser miembro del Soviet Supremo de la Unión Soviética . Su actitud frente al gobierno y el Estado soviético ha sido objeto de agrias polémicas y se ha discutido enconadamente si fue o no un disidente clandestino frente a la URSS.
Tras un período inicial en el que parecen primar las influencias de Serguéi Prokóviev, Igor Stravinski y Paul Hindemith. Shostakóvich desarrolló un estilo híbrido del que es representativa su ópera Lady Macbeth de Mtsensk (1934). Posteriormente, derivó hacia un estilo posromántico, donde destaca la Quinta Sindonía (1937), y en el que la influencia de Gustav Mahler se combina con la tradición musical rusa, con Modest Músorski y Stravinski como referentes importantes. Integró todas esas influencias creando un estilo muy personal. Su música suele incluir contrastes agudos y elementos grotescos,1 con un componente rítmico muy destacado. En su obra orquestal destacan quince sinfonías y seis conciertos, en su música de cámara cabe mencionar especialmente sus quince cuartetos de cuerda , también compuso varias óperas, así como música de cine y ballet.
Shostakovich - Documental "Shostakovich contra Stalin"
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El 26 de enero, Stalin visitó la ópera, para escuchar a Lady Macbeth de Mtsensk. Él y su séquito se fueron sin hablar con nadie. Los relatos de testigos presenciales testifican que Shostakóvich estaba «blanco como una sábana» cuando fue a inclinarse después del tercer acto. En cartas a Sollertinsky, Shostakóvich relató el horror con el que vio a Stalin estremecerse cada vez que los metales y la percusión tocaban demasiado fuerte. Igualmente horrible fue la forma en que Stalin y sus compañeros se rieron de la escena en la que Serguéi y Katerina hacían el amor. Al día siguiente Pravda publicó una diatriba titulada Caos en vez de música, quejándose de que la ópera era un flujo de sonidos «deliberadamente disonante y confuso... donde se grazna, hay gritos y jadeos». Esta fue la señal para una campaña nacional, durante la cual incluso los críticos de música soviéticos que habían elogiado la ópera se vieron obligados a retractarse en forma impresa, diciendo que «no pudieron detectar las deficiencias de Lady Macbeth como lo había señalado Pravda».
Como resultado de esta campaña, los encargos disminuyeron y los ingresos de Shostakóvich cayeron aproximadamente tres cuartas partes. Su Cuarta Sinfonía debía ser estrenada el 11 de diciembre de 1936, pero la retiró del público, posiblemente porque estaba prohibida, y la sinfonía no se realizó hasta 1961. Lady Macbeth de Mtsensk también fue suprimida. El 8 de enero de 1963, se realizó una versión de expurgación bajo un nuevo título, Katerina Izmailova. La campaña contra
Los compositores más modernos tendían a incorporar en sus obras no sólo las técnicas sinfónicas, sino también los estilos folclóricos, populares o jazzísticos. Entre las óperas francesas que reflejaban algunas de estas influencias destacan La hora española (1911) y El niño y los sortilegios (1925) de Maurice Ravel, así como Les mamelles de Tirésias (1947) y Diálogos de carmelitas (1957) de Francis Poulenc. España produjo La vida breve (1913) de Manuel de Falla, y Alemania, Matías el pintor, (1938) de Paul Hindemith, así como el estilo satírico y cabaretero de Grandeza y decadencia de la ciudad de Mahagonny (1929) y de la Ópera de cuatro cuartos (1928) de Kurt Weill, ambas con textos del dramaturgo alemán Bertolt Brecht. El ruso Ígor Stravinski utilizó un estilo neoclásico en La carrera del libertino (1951). La ópera italiana, si bien produjo partituras con melodías relativamente conservadoras de la pluma de Italo Montemezzi y Ermanno Wolf-Ferrari, también se acercó a planteamientos más radicales en obras como Asesinato en la catedral (1958) de Ildebrando Pizzetti, El prisionero (1950) de Luigi Dallapiccola, e Intolleranza (1960) de Luigi Nono, estas dos últimas con una estructura musical basada en el sistema dodecafónico de Schönberg. Otras óperas notables escritas después de la II Guerra Mundial son obra de los alemanes Boris Blacher, Werner Egk, Hans Werner Henze y Carl Orff; el austriaco Gottfried von Einem; y el argentino Alberto Ginastera. Los compositores británicos Frederick Delius, Benjamin Britten y Ralph Vaughan Williams también han producido obras destacadas. La primera gran ópera estadounidense fue Leonora (1845) de William Henry Fry. Gran parte de las obras siguientes, como La carta escarlata (1896) de Walter Damrosch, tenían un estilo europeo. Las óperas estadounidenses de las décadas más recientes incluyen Porgy and Bess (1935) de George Gershwin, Treemonisha (obra póstuma, 1974) de Scott Joplin, los dramas musicales minimalistas de Philip Glass y la más ecléctica Nixon en China (1987) de John Adams.